Los asesores fiscales reciben un aluvión de consultas para llevar las fortunas a Portugal

16.11.2019

El temor al 'hachazo fiscal' hace que los millonarios estudien ya su traslado.

Los beneficios tributarios para el inversor en el país se prolongan 10 años.

El acuerdo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para poner en marcha el próximo gobierno ha desatado una avalancha de consultas en las asesorías fiscales para llevar las fortunas a Portugal. Los millonarios estudian ya su traslado al país vecino por el temor al hachazo fiscal del nuevo Gobierno. El país luso, apenas a 300 kilómetros de Madrid, ofrece una visa dorada a los extranjeros que trasladan su residencia y goza de seguridad jurídica y estabilidad política.

"Portugal está siendo visto con muy buenos ojos por gente con rendimientos altos, pues tiene una suerte de nuestro Régimen Beckham pero con mayores ventajas fiscales", explica el fiscalista Esaú Alarcón, abogado en Gibernau Asesores. "Básicamente, hay menos condicionantes y son 10 de años de beneficios fiscales, no seis como aquí. Si a ello le unes que la filosofía de vida, ciudades y comida portugueses son similares a lo que gozamos en España, pues parece bastante natural", explica Alarcón.

Los fiscalistas reconocen que esta semana han recibido un aluvión de consultas de sus clientes para trasladar su residencia al país vecino. "Tiene grandes atractivos", destaca Javier Gómez Taboada, socio del Área Tributaria de Maio Legal en la oficina de Vigo, a pocos kilómetros de la frontera con Portugal. "Es un país próximo en todos los sentidos, con estabilidad gubernamental y con un tratamiento amable con aquellas personas dispuestas a acogerse al régimen de su golden visa", señala.

En 2009, el gobierno portugués, con la intención de captar inversión extranjera y atraer hacia el país profesionales cualificados, pensionistas extranjeros e individuos con altos patrimonios, creó el Régimen de los Residentes no Habituales.

Para beneficiarse de este tratamiento privilegiado, el ciudadano extranjero debe acreditar que no ha sido residente fiscal en Portugal en los últimos 5 años y adquirir la residencia tributaria en Portugal. La regla general portuguesa es que pueden adquirir la residencia fiscal quienes residen en el país más de 183 días al año o, con un plazo menor de tiempo, disponen todo el año de una vivienda que sirva a Hacienda presumir la intención de conservarla y ocuparla como residencia habitual.

"España debería tomar buena nota", apunta Gómez Taboada. "No hace mejor los deberes el que los hace más rápido, buscando una recaudación en tiempo récord, sino los hace mejor el que los hace pensando en el medio o largo plazo", añade.

Peligro en España

Sin embargo, Alejandro del Campo, abogado y asesor fiscal en DMS Consulting, pide prudencia ante la toma de decisión de esta medida. Reconoce que ya ha recibido varias consultas sobre este asunto. "Siempre les explico a mis clientes que no las tienen todas consigo aunque vivan en Portugal más de 183 días y consigan el certificado de residencia fiscal allí", apunta. "La Hacienda española les puede considerar residentes en España tanto por vivir en España más de 183 días como por mantener en España el centro de intereses económicos, -es decir, rentas procedentes de España o patrimonio aquí- aunque no vivan más de 183 días en España", añade.

Alejandro del Campo subraya la importancia de "no tener en España una vivienda a disposición, ni en propiedad ni alquilada". El fiscalista considera que "ello puede determinar residencia fiscal en España por las reglas establecidas en los Convenios de Doble Imposición".

En cualquier caso, todos los fiscalistas destacan el "miedo" de sus clientes. "A Portugal y a otros sitios, muchos están buscando ya dónde jubilarse", asegura del Campo.

'Milagro económico' en el país de moda

Es el país de moda. Tanto inversores como turistas han puesto el ojo en Portugal en los últimos meses. Con un crecimiento en línea con los países de la zona euro, en el 1,9% interanual para este año según avanza la medición del segundo trimestre, y una tasa de paro de la más bajas del entorno, en 6,3%, se ha ganado el respeto de sus socios internacionales.

No es de extrañar que el Gobierno que ha hecho posible este milagro económico repita tras los comicios del pasado 6 de octubre. El primer ministro Antonio Costa, líder del Partido Socialista de Portugal (PS) ganó las elecciones legislativas y todo parece indicar a que reeditará el pacto de izquierdas de los últimos años.

En 2018 las exportaciones en Portugal crecieron un 5,34% respecto al año anterior, representando estas ventas al exterior el 28,75% de su PIB -la mayoría de ellas tienen como destino en primer lugar a España, Francia y Alemania, que suponen el 26,03, 13,01 y 11,78% del total, respectivamente-. Es decir, por esta vía se genera casi un tercio de la riqueza del país. Al tiempo, las importaciones de Portugal crecieron un 7,67% respecto al año anterior.

Hasta el segundo trimestre del año, el saldo arrojado por la oficina estadística del país daba cuenta de un superávit testimonial del 0,2%. Pero la evolución del desfase entre ingresos y gastos del conjunto del sector público del país vecino supone, incluso, un espejo donde mirarse para el Gobierno de España ya que el cómputo a cierre del pasado año, con un déficit del 0,5%, es resultado de un conjunto de medidas adoptadas desde el destrozo del tejido productivo provocado por la crisis de 2008.

El déficit fiscal ha pasado desde el 11% del PIB en 2010 hasta el 0,5% de 2018, mientras que el balance primario -sin contar los intereses de la deuda- será el más alto desde 1992. Esta mejora en el desequilibrio en las cuentas públicas ha permitido que la deuda pública pase desde el 133 del PIB hasta el 124%, según los últimos datos de Eurostat, la oficina de estadísticas perteneciente a la Comisión Europea.

Fuente: El Economista.